¡Socorro, mi hijo está haciendo un berrinche!

|


Por Agencia DPA


Casi todos los padres temen que se desate uno de estos momentos. Poco antes de llegar a la caja del supermercado o en medio de una cena en el restaurante, el pequeño comienza a gritar y no hay como calmarlo. De pronto, la paciencia se agota. ¿Qué hacer?.


A veces los recursos más impensados dan resultados. Cantar una canción puede servir. Hacerle una pregunta inesperada al niño, también. Y hay otras tácticas que vale la pena probar: de pronto, uno puede sentarse junto al niño en el suelo y no hacer nada. Eso sí: si opta por esta variante, tiene que estar seguro de que no le importará cómo lo miren los demás.


En realidad lo fundamental no es tanto qué es lo que usted haga, sino que logre que ese espiral de la rabieta se corte con algo sorpresivo que lleve a que el niño pueda escucharlo otra vez. Sólo de ese modo podrá entrar en la etapa de "negociaciones" o a explicar por qué no se le permite tal o cual cosa al pequeño.


Más allá de ese momento, los padres deben tener siempre presente que los berrinches no son nada personal. Todos los niños menores de tres años tienen este tipo de pataletas y ponen a prueba los límites de los mayores y el vínculo hacia sus padres. "¿Mamá me querrá aunque me porte supermal?". Una prueba más del ser papás.



Sin comentarios

Escribe tu comentario




No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.