Niños de padres con cáncer
Diario de Salud |
domingo, 2 de abril de 2017, 15:41
Por Isabel Valerio Lora
“El que oculta su dolor no le encontrará remedio”
Proverbio Turco.
Cuando uno de los padres sale constantemente y no le dedica el tiempo acostumbrado al hijo, el niño comienza a imaginar cosas, que a veces no son las más saludables. Por eso, es bueno que el niño sepa la verdad, conocer que usted tiene cáncer, que está siendo tratado y que puede estar tranquilo, porque nada de lo que dijo o hizo influyó para que usted tenga cáncer.
Al recibir la noticia del cáncer de papá o mamá, es posible que presenten conductas regresivas, que se tornen muy melosos, tengan problemas conductuales, se torne impulsivo o irritable y se les dificulte hablar de sus sentimientos.
La familia, los maestros, líderes religiosos y amigos cercanos, pueden formar una red de apoyo que auxilie al niño en ese proceso.
A los niños se les debe explicar que el cáncer no se contagia y que aún lo tenga no significa que va a morir de eso porque cada día hay nuevas opciones de tratamiento.
Deben saber que no están solos, que es normal que se disgusten, tengan miedo por el cáncer, que si la familia se comporta diferente, es porque está preocupada por su bienestar y los tratamientos médicos.
Demuestre a sus niños cuanto los quiere, lo importante que son para usted, que sientan que tienen su cuidado y protección asegurados sin importar lo que pase con usted y que tiene que asistir a clases, comportarse lo mejor posible y mantener su rutina.
Conteste las preguntas que su hijo haga sobre el cáncer, en un lenguaje sencillo para que le entiendan. Una pregunta que hacen mucho los niños, es que si usted va a morir o que cuánto tiempo de vida le queda.
Tranquilícelo, dígale que está recibiendo el tratamiento indicado y que sólo Dios determina si va a morir de eso o el tiempo que le queda de vida.
Se recomienda asistencia psicológica, para que los niños puedan sobrellevar el cáncer de los padres.
Cuando uno de los padres sale constantemente y no le dedica el tiempo acostumbrado al hijo, el niño comienza a imaginar cosas, que a veces no son las más saludables. Por eso, es bueno que el niño sepa la verdad, conocer que usted tiene cáncer, que está siendo tratado y que puede estar tranquilo, porque nada de lo que dijo o hizo influyó para que usted tenga cáncer.
Al recibir la noticia del cáncer de papá o mamá, es posible que presenten conductas regresivas, que se tornen muy melosos, tengan problemas conductuales, se torne impulsivo o irritable y se les dificulte hablar de sus sentimientos.
La familia, los maestros, líderes religiosos y amigos cercanos, pueden formar una red de apoyo que auxilie al niño en ese proceso.
A los niños se les debe explicar que el cáncer no se contagia y que aún lo tenga no significa que va a morir de eso porque cada día hay nuevas opciones de tratamiento.
Deben saber que no están solos, que es normal que se disgusten, tengan miedo por el cáncer, que si la familia se comporta diferente, es porque está preocupada por su bienestar y los tratamientos médicos.
Demuestre a sus niños cuanto los quiere, lo importante que son para usted, que sientan que tienen su cuidado y protección asegurados sin importar lo que pase con usted y que tiene que asistir a clases, comportarse lo mejor posible y mantener su rutina.
Conteste las preguntas que su hijo haga sobre el cáncer, en un lenguaje sencillo para que le entiendan. Una pregunta que hacen mucho los niños, es que si usted va a morir o que cuánto tiempo de vida le queda.
Tranquilícelo, dígale que está recibiendo el tratamiento indicado y que sólo Dios determina si va a morir de eso o el tiempo que le queda de vida.
Se recomienda asistencia psicológica, para que los niños puedan sobrellevar el cáncer de los padres.
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