Trastorno de hiperactividad y déficit de Atención o simplemente niño

Por Raynelda Núñez

Dentro de las deficiencias escolares que suelen ser el motivo de preocupación para la mayoría de los padres, maestros y profesionales de la conducta de hoy día, se encuentra el trastorno de hiperactividad con o sin déficit de atención TDA, que es una de las problemáticas que, por la importancia de su tratamiento, delicado diagnóstico y dificultad de intervención recibe mucha atención.

Dada la importancia social que se le otorga al desempeño académico y personal de nuestros niños, jóvenes y adultos durante el crecimiento y desarrollo. Esta preocupación por explicar la realidad personal de cada alumno y asegurar su buen desempeño escolar, lleva en muchas ocasiones a etiquetar y mal diagnosticar a los niños en edad escolar temprana, descalificando su potencial humano y recluyéndolo en una etiqueta que limita no solo su vida intelectual, sino también emocional, espiritual y social.

Es común observar el uso indiscriminado del termino hiperactivo para referirse a los niños, curiosos, que se mueven mucho y sencillamente disfrutan sin límites de las actividades físicas y la creatividad. Para la mayoría de las personas esto es considerado un rasgo anormal, cuando en realidad es todo lo contrario, la capacidad de realizar cada una de esas actividades es un signo de normalidad sobre todo en la primera infancia.

El trastorno por Déficit de Atención con o sin hiperactividad TDA O TDA-H: es un trastorno caracterizado por la dificultad de atención, la incapacidad de concentración, excesiva actividad, impulsividad y en ocasiones confusión. Estos síntomas suelen aparecer en los primeros años de la infancia, son relativamente crónicos y no están vinculados a trastornos neurológicos, sensoriales, emocionales, del lenguaje o retado mental.

Este trastorno fue descubierto por Barkley en el 1990, y está compuesto por tres calificaciones, con las siguientes características.:

Predominantemente inatento TDA: involucra todos los procesos que tienen que ver con atención, tales como: incapacidad para percibir los detalles, descuidados, con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas por ejemplo: la atención en clases, conversaciones o lectura prolongada, dificultad para escuchar cuando se le habla directamente, se disgustan y frustran con facilidad y la Incapacidad para mantener el orden y seguir instrucciones.

Todos estos síntomas conducen a la etiqueta de perezoso, desmotivados e irresponsables.

Predominantemente hiperactivo-impulsivo: juego y golpes excesivos, incapacidad para mantenerse quieto o sentado, se paran en clases o en la oficina, imposibilidad de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas. Tendencia a la multitarea está “ocupado”, actuando como si le fuera imposible de estar quieto durante un tiempo prolongado, como en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil seguirlos, hablan excesivamente, termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación.

Manifiestan del comportamiento de oposición, desafío a la autoridad en ocasiones hostilidad o fracaso para comprender las tareas o instrucciones.

Combinado: cumplen con los primeros seis criterios de ambas descripciones con énfasis en uno de los dos: la hiperactividad o la falta de atención.

Que hacer en caso de sospechas de TDA-H
• Visite un profesional de salud mental y busque un diagnóstico correcto y profesional.
• Cree una lista de pequeñas tareas con base en la necesidad predominante.
• Organice las actividades en una agenda en pequeñas tareas
• Cuide la alimentación de preferencia elimine los alimentos que aumenten la excitación y actividad
• Recuerde que cada niño es diferente y como tal debe ser amado y aceptado.

Recuerde que los niños tienen la necesidad natural de jugar, moverse y descubrir como parte de su desarrollo normal, por tanto, un niño inquieto no es necesariamente hiperactivo.