SANTO DOMINGO/ DIARIO DE SALUD.-- La tosferina es una enfermedad grave, la cual es causada por una bacteria que se transmite por el aire cuando una persona infectada tose, estornuda o habla.
Usted puede ayudar a proteger a su bebe contra la tosferina vacunándose y asegurándose de que su recién nacido reciba sus vacunas.
Cuando los bebés contraen la tosferina, los síntomas pueden ser muy graves. Los bebés pequeños pueden contraer neumonía (infección de los pulmones) y tener dificultad para respirar. Casi la mitad de los bebés menores de 1 año que contraen la tosferina terminan en el hospital y algunos incluso mueren.
En los Estados Unidos se usan dos vacunas para prevenir la tosferina: la DTaP y la Tdap. Estas vacunas también brindan protección contra el tétanos y la difteria. Los niños menores de 7 años reciben la vacuna DTaP, y los niños mayores y los adultos reciben la Tdap.
Si está embarazada, necesitará ponerse la vacuna contra la tosferina en el tercer trimestre.
Debido a que la tosferina puede hacer que los bebés se enfermen gravemente y que la pueden contraer de cualquiera de las personas que los rodean, necesitan protección.
Usted puede ayudar a protegerlos con las vacunas de tres maneras clave:
Si está embarazada, hable con su médico o partera para que le pongan la vacuna contra la tosferina que se llama Tdap, para su protección y la de su bebé. Los CDC recomiendan que usted reciba la vacuna Tdap entre las semanas 27 y 36 de cada embarazo.* Después de que reciba la inyección, su cuerpo creará anticuerpos protectores y le pasará algunos de estos a su bebé antes del nacimiento.
Estos anticuerpos le proporcionan al bebé algo de protección a corto plazo contra la tosferina al comienzo de su vida cuando todavía es demasiado pequeño para ser vacunado. Estos anticuerpos también pueden protegerlo de algunas de las complicaciones más graves que se presentan con la tosferina, como la neumonía y la encefalopatía (enfermedad del cerebro).
Todas las personas que estén cerca de su bebé deben estar al día con la vacuna contra la tosferina
Usted puede proporcionarle protección indirecta a su bebé al asegurarse de que todas las personas que estén en contacto cercano con él, ya sean sus hermanos mayores, primos, abuelos o cuidadores, estén al día con la vacuna contra la tosferina. La tabla siguiente muestra las edades en que se recomiendan las vacunas contra la tosferina de rutina en los Estados Unidos.
La vacuna Tdap se puede administrar independientemente de cuándo se haya recibido la vacuna contra el tétanos por última vez.
Todas las personas que no estén al día con su vacuna contra la tosferina deben vacunarse al menos dos semanas antes de entrar en contacto cercano con el bebé. Estas dos semanas le brindan a su cuerpo suficiente tiempo para generar protección contra la tosferina.
Vacunarse contra la tosferina durante el embarazo le proporciona a su bebé algo de protección a corto plazo, pero cuando sea más grande necesitará su propia vacuna (llamada DTaP) para estar protegido. Para obtener la mejor protección contra la tosferina, los niños necesitan cinco dosis de la vacuna DTaP. Se recomienda administrarle la primera dosis a su bebé cuando tenga 2 meses de edad. Después necesitará otras dos, que se le administrarán a los 4 y a los 6 meses, para que se produzcan altos niveles de protección. La protección de la vacuna contra la tosferina disminuye con el tiempo; por eso se recomiendan refuerzos entre los 15 y 18 meses, y entre los 4 y 6 años de edad, para así mantener esa protección.
La tosferina empieza como el resfriado común, con congestión nasal o moqueo, estornudos y tal vez tos o fiebre leves. Después de 1 o 2 semanas, puede aparecer una fuerte tos.
A diferencia del resfriado común, la tosferina puede producir una serie de accesos de tos durante varias semanas. Puede causar accesos de tos violentos y rápidos, hasta que los pulmones se quedan sin aire y la persona tiene que hacer un esfuerzo mayor para respirar, lo cual produce un fuerte “silbido”.* Es importante saber que muchos bebés con tosferina no tienen nada de tos. En lugar de darles tos, puede hacer que dejen de respirar.
Si a usted o a su hijo les da un resfriado acompañado de tos intensa o prolongada (que dura mucho tiempo), podría ser tosferina. La mejor manera de averiguarlo es ir a ver al médico.
Proteja a los bebés contra la tosferina, esta enfermedad puede hacer que dejen de respirar.
Contenido seleccionado por: Julio C. Alcubilla B./Fuente: cdc.gov/ Noticias24
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