La mayoría de los sangrados nasales son fáciles de tratar con esas recomendaciones:
A fin de impedir que el sangrado empiece de nuevo, no introducir el dedo en la nariz, sonarse o pujar, y tampoco agacharse. Acudir al médico, si el sangrado deriva de una lesión en la cabeza o de un accidente, o en caso de que no se detenga después de 30 minutos.
Para ayudar a prevenir futuros sangrados nasales, mantener húmedo el revestimiento interior de la nariz. Aplicarse regularmente jalea de petróleo dentro de la nariz con un hisopo, hasta tres veces diarias. Un espray nasal de solución salina también puede servir para humedecer las membranas nasales secas. Además, usar un humidificador en el hogar.
Ante sangrados nasales recurrentes, consultar al médico, quien podrá remitir al paciente a un especialista en otorrinolaringología. Si se toman anticoagulantes, el médico puede recomendar ajustar la dosis.
Escribe tu comentario