La más mortífera adicción

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LA HABANA, CUBA/ POR: HUGO RÍUS – DIARIO DE SALUD.-- De acuerdo con datos proporcionados, casi las dos terceras partes de esas muertes- por encima de 33 mil solo en 2015- habían ingerido algún tipo de opioide, ya sea heroína, analgésicos recetados o las más reciente, sustancias sintéticas como la U-47700 y la furanyl fentanilo, elaboradas por químicos astutos capaces de mantenerse dentro de la ley.


Forenses especializados de la guerra contra las drogas bajo estrictas medidas de protección se rompen la cabeza descifrando en laboratorio los andamios moleculares de cada sustancia, decomisada por la policía, a fin de darle un nombre, rastrearla y regularla. Y han concluido que se está presenciando el surgimiento de una nueva generación de opioides en base al fentanilo, espeluznantemente letal.


Para los expertos de la Oficina de la ONU Contra las Drogas y la Violencia en Viena, resulta alarmante la rápida proliferación de estos nuevos estupefacientes, que impone crear sus categorías identificadoras, lo que lleva tiempo.


Mientras tanto los enriquecidos emporios de este criminal negocio, amparados por subterfugios legales se siguen cebando en el propicio mercado de adictos estadounidenses, sobre todo en el sur de Florida, proyectándose como una latente amenaza para el resto del mundo.

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La proliferación de nuevas generaciones de opioides sintéticos ha sido tan feroz que la DEA las considera ahora una categoría distinta de droga, que está provocando la más mortífera crisis de adicción en la historia de Estados Unidos, en la que mueren más por sobredosis que por accidentes viales. (Fuente: agencia AP) Guillermo Tell


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