MADRID, ESPAÑA/ DIARIO DE SALUD.— Las elevadas temperaturas del verano pueden causar graves lesiones entre los colectivos más vulnerables. “Los niños, sobre todo los bebés por debajo de un año de vida, son los grupos más sensibles a sufrir daños provocados por los golpes de calor”, así lo ha explicado Reyes Novoa, miembro del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Estas recomendaciones y consejos sobre los golpes de calor pueden encontrarse en un artículo publicado en la web, dirigida a padres, EnFamilia.
Por otro lado, en caso de que se sospeche que el menor está padeciendo un golpe de calor, la pediatra ha recomendado “colocar al niño tumbado, boca arriba, en un sitio fresco, a la sombra y bien ventilado; quitarle la ropa que no necesite y aflojarle la que le oprime; colocar compresas de agua fría en la cabeza, la cara, el cuello, la nuca y el pecho, e ir cambiándolas a medida que se calienten".
Doble precaución si el viaje es con niños
Cada año, son muchos los menores que sufren grandes lesiones e incluso fallecimientos a causa de los golpes de calor en el interior de los vehículos. Dejar a un niño solo dentro de un coche expuesto al sol, incluso en días nublados puede traer graves consecuencias. Para prevenir estas afecciones de calor, Novoa ha aconsejado “no dejar nunca a los niños sin supervisión de un adulto en el interior del coche”. Los especialistas recomiendan recordar el acrónimo AAA (anticípese, acostúmbrese y actúe) y avisar al 112 en caso de encontrar a un niño solo en el interior de un vehículo: una llamada puede salvar una vidaAdemás, esta pediatra ha aconsejado “llevar un botiquín básico con medicamentos para la fiebre, el dolor o las heridas” y, en caso de viajar con menores con alguna patología crónica, indica que “es fundamental que recordemos llevar la medicación necesaria para el viaje, así como un informe actualizado de su diagnóstico y tratamiento”.
Evita exponer al sol a los niños menores de seis meses
Proteger a los menores frente a la radiación del sol es fundamental para prevenir el desarrollo de las enfermedades dermatológicas. Los niños son más sensibles que los adultos frente a estas radiaciones, siendo la exposición solar en la infancia uno de los factores de riesgo más importante para desarrollar patologías graves como el cáncer de piel. En palabras de esta pediatra, “cualquier niño, en especial los bebés con menos de seis meses, debe evitar las horas centrales del día para realizar actividades al aire libre”.
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