La Invasión del 14 de Junio de 1959: Mi experiencia vivida

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Dr. Frank Espino


“Si ha de hacerse la guerra, hágase únicamente con la mira de obtener la paz” Ciserón

Después de mi primer año de nacimiento en Santiago, Republica Dominicana, mi padre tomo la decisión de llevarnos junto a mi segunda hermana y mi madre a vivir a Constanza, por asunto de trabajo relacionado con la madera. Terminamos viviendo en un barrio que llamaban ¨La secadora¨. Por ser el lugar donde se terminaba de secar la madera que iba a ser procesada cortada.

Ahí pase gran parte de esa primera infancia en Constanza hasta los siete años. Donde comencé mi alfabetización ya que mi papá me llevaba a un colegio privado de monjas que dista a dos kilómetros, montado en su bicicleta y yo en la barra, a recibir mis clases. En este colegio me di cuenta que era zurdo. Me amarraban la mano izquierda para que escribiera con la derecha, lo que hago desde entonces, sin dejar de demostrar mis habilidades con la mano que me es propia, la izquierda.

Teniendo yo 5 años ocurrió un evento que nunca he podido olvidar. Un domingo, mientras estaba parte de la familia reunida frente a la humilde casa donde vivíamos, sobre una grama hermosa y verde, con un sol radiante pero no quemante, y una temperatura muy agradable, como 4:30 pm, escuchamos el estruendo de un avión que se proponía aterrizar en el pequeño aeropuerto de Constanza de oeste a este. Algo llamó la atención a una prima que exclamó: “Tío, (le dijo a mi papá) ese avión tiene la bandera al revés” Mi padre le corrigió:- “Si El Jefe dice que la pinten al revés, así se queda!- No pasaron 5 cinco minutos cuando se escucharon disparos contínuos y constantes sin que nadie pudiera hasta ese momento dar una explicación.

Pasado un tiempo prudente y ante el nerviosismo de los carros del SIM (Servicio Secreto Militar) anunciaban que algo había o estaba sucediendo.

Efectivamente se trataba de una invasión militar que se realizó por Constanza, donde un grupo de patriotas dominicanos y extranjeros, venían a derrocar por la vía de las armas la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, luego nos enteramos también se habia pensado entrar por Maimón y Estero Hondo.

El primer grupo de 54 expedicionarios llegó a territorio dominicano el domingo 14 de junio, a bordo del avión C-46 Curtiss,(desde Cuba) en el aeropuerto militar de Constanza, bajo la dirección del comandante Enrique Jiménez Moya. Piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez.

Se solicitó a todos los hombres de Constanza, que se unieran contra los “barbuses” con palos, picos, cuchillos, machetes, punzones, mientras los expedicionarios tenían armas automáticas y estaban bien entrenados. ¡Gran ignorancia! Mi padre, fue subido a una camioneta, así como muchos de los munícipes no importando la nacionalidad, (dominicanos, españoles, húngaros, japoneses) “con la finalidad de combatir a los expedicionarios” mientras los familiares los esperaban nerviosos, los cuales los dejaron llegar hasta los hogares pasada la 8 de la noche.

¡Esos días fueron tenebrosos! al extremo tal, que la cordillera con sus hermosos pinos fueron bombardeados y quemados en busca de los invasores. Y a muchos les dieron muerte y torturas sin piedad.

De los expedicionarios solo sobrevivieron seis: Delio Gómez Ochoa, Gonzalo Almonte Pacheco, Mayobanex Vargas, Francisco Medardo Germán, Poncio Pou Saleta y Pablito Mirabal.(Pablito fue alfabetizado por Dr. Jose Fco. Peña Góméz, y murió en Cuba muy joven)

Se cumple 59 años de ese desafío al régimen de Trujillo, el 14 de junio 2018 y todavía vive en mi memoria ese acontecimiento, el cual a mi edad en ese entonces de 5 años, no entendí, y que muchos adultos no comprendieron tampoco. Pero marcó un hito histórico a la libertad del dominicano.
Nos preguntamos: ¿Ha valido la pena ese sacrificio?

El autor es médico, escritor y profesor universitario 

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